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Descubren en Argentina el mayor depósito de oro, plata y cobre de los últimos años

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Recientemente, Argentina se posicionó en el centro de una noticia de impacto a nivel mundial, tras el mayor descubrimiento de cobre de los últimos 30 años en el mundo. Ubicado en la provincia de San Juan, este hallazgo, que incluye también grandes reservas de oro y plata, posiciona al país ante una oportunidad económica sin precedentes gracias a lo que se ha nombrado como “Proyecto Vicuña”.

El Proyecto Vicuña consiste en una ambiciosa sociedad entre la australiana BHP, la minera más grande del mundo, y la canadiense Lundin Mining. El anuncio de este hallazgo no es significativo solamente por su magnitud, sino que también lo es por el potencial de atraer inversiones millonarias que podrían transformar la matriz productiva y exportadora de Argentina a lo largo de las décadas venideras.

Dimensiones y proyección global del hallazgo

El consorcio Vicuña Corp. ha evaluado los recursos que se encontraron en los depósitos minerales de Filo del Sol y Josemaria, revelando uno de los mayores descubrimientos tanto de cobre como de plata y de oro a nivel global. La proximidad entre ambos proyectos permitiría mayores economías de escala, como así también flexibilidad e infraestructura compartida para expansiones graduales, lo que facilitaría el desarrollo de un complejo minero de renombre.

Las cifras estimadas de estos yacimientos, a las que hay que prestar especial atención, son las siguientes:

Cobre: Se estima que se encuentran allí 13 millones de toneladas medidas e indicadas, como así también 25 millones de toneladas inferidas. Esto ubica a San Juan entre los 10 primeros sitios en recursos minerales de las minas de cobre de mayor producción global.
Plata: Se considera que se encuentran allí 659 millones de onzas medidas e indicadas, como así también 808 millones inferidas.
Oro: Cerca de 32 millones de onzas medidas e indicadas, con 49 millones inferidas.

Proyecciones a futuro

Como hemos mencionado, ese descubrimiento representa un pilar fundamental para el futuro económico del país. El cobre, en particular, es hoy el mineral con mayor potencial de crecimiento, especialmente considerando que Argentina comparte la Cordillera de los Andes con Chile y Perú, naciones que basan gran parte de sus economías en la extracción de ese metal.

A raíz de este hallazgo, se espera que el mayor despegue de la producción de cobre en Argentina tenga lugar hacia el año 2028, pudiendo convertir al país en uno de los 10 mayores productores de ese mineral para comienzos de la siguiente década. La minería es identificada como uno de los grandes sectores capaces de sostener las exportaciones Argentinas, ya que, de hecho, los seis proyectos de cobre más avanzados en el país han ya estimado inversiones necesarias por encima de los 19.000 millones de dólares.

En definitiva, el descubrimiento del nombrado “Distrito Vicuña” de San Juan no es solamente un hallazgo en términos geológicos de magnitud global, sino que es una promesa concreta de inversión y desarrollo para el país, pudiendo marcar un antes y un después en el potencial minero argentino.

Cuando se piensa en la sangre, ésta suele ser asociada al color rojo, como un líquido vital lleno de hierro que fluye por el cuerpo humano y el de muchos animales. No obstante, la naturaleza es diversa, por lo que el color y la composición de la sangre pueden variar considerablemente entre las distintas especies. Por eso, una de las preguntas que queremos responder en esta ocasión es si es posible que la sangre sea azul y con qué tiene que ver en los casos en los que ocurre.

Sangre azul: hemocianina y cobre

Lo primero que podemos decir es que sí, la sangre azul existe en el reino animal. La principal razón de este color tiene que ver con una proteína que se encarga de transportar el oxígeno, que no es la hemoglobina basada en hierro que los seres humanos poseemos. En determinados animales como los calamares, los pulpos y los crustáceos la proteína transportadora de oxígeno recibe el nombre de hemocianina. En lugar de poseer hierro, la misma contiene cobre. Si bien la hemocianina es incolora cuando no está unida al oxígeno, adquiere una tonalidad azul intensa cuando captura el oxígeno.

De acuerdo con los especialistas, la hemocianina ha sido definida como una forma diferente de mover el oxígeno. En sí misma, la hemocianina posee una historia evolutiva muy antigua de más de 2.500 millones de años. Se estima que pudo haber ayudado a desintoxicar el oxígeno en los entornos primitivos de la Tierra con bajo contenido de este gas. Posteriormente, cuando la atmósfera se tornaba más rica en oxígeno, se cree que evolucionó para suministrar oxígeno a la totalidad del organismo. Esta proteína basada en cobre es particularmente eficiente para transportar oxígeno en condiciones frías en las que éste no abunda.

El cobre como metal vital

Siguiendo lo mencionado con anterioridad, la presencia de cobre en la hemocianina no solamente le da a la sangre un color fascinante, sino que también destaca la importancia de los metales en procesos biológicos fundamentales. El cobre, un metal que es sumamente valorado en diferentes industrias en la actualidad, da cuenta de su versatilidad en la naturaleza, facilitando el transporte esencial de oxígeno en una amplia gama de invertebrados.

Más allá de la función biológica, la sangre azul rica en hemocianina también ha demostrado aplicaciones directas en la salud humana. La sangre de los cangrejos herradura del Atlántico, por ejemplo, se coagula al entrar en contacto con toxinas bacterianas, lo que hace que ayude a garantizar la seguridad de medicamentos y productos médicos como las vacunas, verificando que estén libres de contaminantes. A pesar de ello, la recolección de sangre de estos cangrejos puede ser perjudicial para sus poblaciones, por lo que los científicos están investigando alternativas sintéticas.