Cobalto y medio ambiente
El cobalto es un elemento natural cuyas propiedades son bastante similares a las que se puede encontrar en otros materiales de amplia aplicación industrial como son el níquel y el hierro. En la tabla periódica, el número atómico del cobalto es el 27. Todos los isótopos del cobalto se comportan de manera similar en términos químicos, lo que hace que también tengan un comportamiento similar en el ambiente y puedan tener efectos similares en las personas.
Una vez que transcurre una vida media de los isótopos del cobalto, la mitad de la radiactividad desaparece. Posteriormente a la segunda vida media, queda sólo un cuarto de la radioactividad original y este número se va reduciendo en los tiempos posteriores. Este es un proceso que recibe el nombre de decaimiento radioactivo.
Los usos del cobalto
En la industria, es muy común que el cobalto metálico se mezcle con otros metales con el objetivo de formar aleaciones. Estas se caracterizan por ser más duras y resistentes tanto al desgaste como a la corrosión.
En lo que respecta a los usos de dichas aleaciones, estos pueden ser variados y van desde aplicaciones industriales (como los imanes, motores de aviones, herramientas cortantes, entre otros) a aplicaciones militares. Además, son comunes en rodillas y caderas artificiales para las personas que así lo necesitan.
La posición del cobalto en el ambiente
Teniendo en cuenta que es un elemento natural, hay pequeñas dosis de cobalto que se pueden encontrar en la mayor parte de las rocas, las plantas, el suelo, el agua y también en los animales. Además, es muy frecuente en los meteoritos. Cuando está en el ambiente, el cobalto se encuentra principalmente combinado con otros elementos como pueden ser el arsénico, el azufre y el oxígeno.
¿Qué pasa cuando el cobalto entra en el medio ambiente?
Existen distintas formas a partir de las cuales el cobalto puede ingresar en el medio ambiente. Puede suceder tanto de forma natural como por actividades humanas. Ya hemos visto anteriormente que, de manera natural, el cobalto se puede encontrar en los suelos, el agua, las plantas, los animales, entre otros. Pero, además, es común cerca de depósitos minerales, funciones de, rocas de fosfatos o suelos contaminados por el tráfico de carreteras. El cobalto suele estar donde hay aeropuertos cerca u otras fuentes de contaminación industrial.
A veces, pequeñas cantidades de cobalto se pueden liberar desde las plantas que usan carbón como combustible, como así también por actividades industriales vinculadas a la minería y por los tubos de escape de los vehículos. En los casos en los que han ocurrido accidentes nucleares, también pueden liberarse partes de cobalto.
Una vez que se encuentra en el ambiente, el cobalto no puede ser destruido. Lo que puede hacer es cambiar su forma, separarse o adherirse en partículas. En el aire, el cobalto adherido puede permanecer muchos días. Lo mismo sucede con el agua. Además, cuando está adherido a partículas en el suelo, es capaz de penetrar mucho en este. El efecto que puede ser negativo para la salud y el bienestar de personas o animales tiene que ver con los isótopos radiactivos del cobalto. No obstante, estos, que son producidos en reactores nucleares, tienen una vida relativamente breve. Son estos los tipos que pueden generar contaminación, pero tendrán un comportamiento químico similar al cobalto estable.
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