El cromado vs el niquelado
Son muchos los procesos que se pueden llevar a cabo sobre los metales con distintos objetivos. Desde terminaciones estéticas hasta mayor durabilidad y resistencia, el tipo de procedimiento que se lleve adelante dependerá de lo que se quiera lograr en el resultado final.
En esta ocasión, hablaremos acerca del ácido crómico y dos procesos que se realizan sobre los metales: el cromado y el niquelado.
Hablemos del niquelado
Lo que conocemos como niquelado consiste en un recubrimiento metálico con níquel. Es efectuado con un baño electrolítico que se da a los metales. Uno de sus principales objetivos es aumentar considerablemente la resistencia de esos metales a la oxidación. También le brinda mayor resistencia ante la corrosión y mejora sustancialmente su aspecto en los elementos que se utilizan con fines ornamentales.
Los métodos que se utilicen para el niquelado van a depender de las piezas sobre las que se quiera trabajar. En caso de piezas pequeñas, se usan especialmente tambores rotativos y se tratan a granel. En cambio, el niquelado en ganchera se aplica cuando la pieza que se quiere tratar tiene un tamaño superior y lo que se quiere es evitar especialmente los rozamientos en la superficie del material.
La pieza se cuelga en bastidores que se adaptan a su geometría. La superficie se limpia buscando asegurar una buena deposición del metal. Se somete a un proceso electrolítico de recubrimiento. A partir de este último, es posible lograr una excelente distribución de los recubrimientos de níquel.
Conozcamos el cromado
Para llevar a cabo un proceso de cromado, lo que se hace es aplicar electrólisis de una capa de cromo sobre la superficie de un objeto. No obstante, para poder hacer eso, ese objeto debe haber sido previamente cobreado o niquelado.
Una de las razones que le da importancia al cromado es que se requiere de una capa de solamente alrededor de 0.5 micras de cromo para poder proteger piezas de gran tamaño.
Incluso, se puede cromar piezas que se van a exponer a espacios exteriores y a condiciones climáticas inestables. Otro de sus usos es la restauración de objetos metálicos. De esta manera, el cromado puede mejorar considerablemente el aspecto final de las piezas. Esto ha vuelto al cromado uno de los tratamientos por excelencia para lograr buenos efectos decorativos.
Diferencias entre los dos procesos
El aspecto del niquelado es de un color amarillento plateado. Esto se debe a que el sustrato de hierro es un recubrimiento catódico. Por eso, un recubrimiento único anticorrosión no es alto.
Por su parte, el cromado decorativo logra aspectos de cromo duro azul y blanco.
En lo que respecta a sus funciones, el ácido crómico se usa especialmente para mejorar la dureza y la estética de una superficie y hacerla considerablemente más resistente a los factores externos. Los recubrimientos de cromo tienen una gran estabilidad química y no actúan sobre bases. Ambos recubrimientos, el de níquel y el de ácido crómico, se utilizan para mejorar la resistencia de los metales a la corrosión y también su aspecto. Tienen una
incidencia fundamental sobre su vida útil y sus posibles aplicaciones.
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