Hidrógeno electrolítico ¿Cuál es su función?

Considerando que la electrólisis es un procedimiento que existe desde 1800, la generación de hidrógeno a través de electrólisis es un principio simple y cada vez más extendido. A continuación, vamos a contarte en qué consiste y cómo funciona.

¿Cómo se genera hidrógeno por electrólisis?

El hidrógeno electrolítico o hidrógeno generado por electrólisis es algo que se encuentra comercialmente desde mediados del siglo XX. Lo que hace es emplear una celda con un cátodo, un ánodo y un electrolito. Esto, a base de una solución de sales que son cáusticas. Posteriormente, lo que se hace es aplicar voltaje. Cuando esto pasa, el agua entra en descomposición, usando una solución salina para ello.
Así, el hidrógeno se forma en el cátodo y el oxígeno, por su parte, en el ánodo. Además, hay que tener en cuenta que entre los dos electrodos hay una membrana que es la que permite solamente el paso de iones de oxígeno e hidrógeno cargados negativamente. Lo que logra con esto es separar los gases.
A lo largo de este proceso, se genera calor. Cuando este calor es aprovechado, lo que se obtiene es una mejora sustancial en la eficiencia del electrolizador. Una vez que se obtiene el hidrógeno como consecuencia de esta electrólisis, este debe ser sometido a un proceso de secado y purificación. Además, según sea necesario, puede que se requiera de comprimirlo.

¿Qué es el electrolito?

Para entender un poco mejor lo mencionado más arriba, se debe definir qué es el electrolito. Este consiste en una solución líquida. Eso quiere decir que se necesita un equipo periférico para el electrolizador alcalino. En la actualidad, se trata del proceso de electrólisis más económico en el mercado, aunque sus costos de mantenimiento pueden ser relativamente altos. Esto último tiene que ver con que se usan equipos periféricos que pueden sufrir daños por corrosión.

La electrólisis PEM

Para terminar, debemos hacer referencia a lo que se conoce como la electrólisis PEM. Se trata de un método mucho más reciente que los anteriores, como así también el más alcalino. Lo que hace es emplear una membrana de intercambio de protones. En ese proceso, además, se invierte el principio electroquímico de la celda de combustible, por lo que no es necesario un electrolito líquido.
Lo que pasa en estos casos es que el agua se presiona mediante una celda que cuenta con dos electrodos y con una membrana de polímero. Esta última es la que se encarga de dejar paso a los protones de hidrógeno que están cargados positivamente. Posteriormente, se emplea platino para promover la reacción en la celda que, a la vez, cuenta con una membrana y con unos electrodos que se pueden distribuir en paquetes.
A diferencia del caso mencionado más arriba, la electrólisis PEM reacciona velozmente a las fluctuaciones típicas de la generación de las energías consideradas como renovables. Por eso, es un tipo de tecnología que se emplea cada vez más en sistemas distribuidos, debido a que se puede obtener gas sin presencia de impurezas, a la vez que el mantenimiento requerido es muy poco.

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